¿Sabes qué hacer si sufres de acné?

Tener algo de acné es habitual durante la adolescencia. Normalmente, solo hay que tener una buena higiene, evitar explotar los granos y tener un poco de paciencia y estos se acaban marchando en poco tiempo. Pero cuando no es así, o el acné se convierte en un problema porque los grano son demasiados, porque se infectan o porque tienes miedo de que comiencen a quedar cicatrices, entonces tienes que tomar medidas.

Muchos adolescentes, al verse con un acné preocupante, recurren a Internet y a lo que recomiendan sus influencers de mano o algunas Webs, pero lo cierto es que muchos de los remedios que se pueden encontrar por ahí son los típicos remedios de abuelas que no funcionan en casos de acné severo. Otras veces, todavía es peor y son remedios que pueden llevar a infectar los granos y hacer que el todo empeore mucho.

Lo que hay que hacer cuando hay un acné preocupante es acudir al dermatólogo. Este médico es el que sabrá indicarte cual es el tratamiento acne indicado para tu caso. Pero antes de decírtelo examinará tu piel, el tipo de acné que tienes y así, solo así, te dará lo que de verdad necesita tu piel para mejorar. Esto es así porque este tipo de tratamientos tienen que ser personalizados. No todo el mundo tiene el mismo tipo de piel ni el mismo tipo de acné. Aunque te parezca que solo hay un tipo y solo ataca a la piel grasa, no es cierto en absoluto.

El acné no va a desaparecer como por arte de magia con el tratamiento médico. Normalmente, lo que hacen este tipo de tratamientos es lograr contener los brotes para que no vayan a más y rebajar la intensidad del problema. Pero todavía no conocemos una cura efectiva al cien por cien con los granos, por lo que es posible que sigas teniéndolos, aunque no con tanta intensidad y sigas sufriendo brotes, aunque no lleguen a ser tan severos.

A la mayoría de la gente le desaparece el acné al llegar a la edad adulta. Por desgracia, no siempre va a ser así y hay adultos que siguen padeciéndolo y necesitando de tratamiento para mantenerlo lo más a raya posible. Incluso hay adultos que, tras haberlo padecido de jóvenes y superarlo, vuelven a tener brotes debido al estrés. El dermatólogo siempre será el médico al que recurrir para conseguir el mejor tratamiento en cada caso.