Nuestras mascotas son parte de la familia y los adoramos como tales. Por eso, queremos lo mejor para todos ellos. Muchas veces, lo mejor son los medicamentos, pero en muchas otras ocasiones, hay alternativas naturales que pueden ayudar a corregir pequeños problemas o a darles mejor calidad de vida a los peludines. Comprar suplementos para gatos hace que estos puedan beneficiarse de pequeñas ayudas que mejoran su bienestar, pero sin necesidad de medicarlos.
Vamos a ver algunos casos en los cuales los suplementos son una buena solución para ayudar a mejorar la calidad de vida de esos miembros peludos de la familia a los que tanto queremos.
Cuando los perros y gatos cumplen años, aparecen problemas en las articulaciones. Es algo que también nos ocurre a los humanos e igual que nosotros podemos tomar complementos que nos ayudan a envejecer de manera más lenta o a tener menos dolor, también ellos pueden. Estos complementos no son medicamentos por lo que no van a funcionar de forma inmediata. Sus efectos los vamos a ver a medio plazo cuando los animales caminen con mayor soltura y no se quejen al subir y bajar escaleras, por poner algunos ejemplos.
Otros complementos pueden ayudar con pequeños problemas, como las malas digestiones o la caída del pelo. Estos son problemas frecuentes en perros y gatos y que tienen causas muy variadas. Desde animales nerviosos que somatizan hasta aquellos que, ante la emoción de la comida, engullen como locos y luego tienen mala digestión.
Hay momentos en la vida en los que puede ser necesario un extra de vitaminas, por ejemplo, cuando se está gestando. Estos complementos naturales son perfectos para este tipo de situaciones.
Los complementos naturales van también muy bien para los nervios. Para perros o gatos que se asustan con fuegos artificiales, con el ruido anormal o que se ponen muy nerviosos cuando hay visitas o cambios de rutina. Al dárselos, no estamos perjudicando su salud ya que funcionan de la misma forma que puede funcionar una valeriana o una infusión de tila en una persona. Pero en dosis y con productos adecuados para ellos.
Muchos de estos complementos tienen presentaciones especialmente diseñadas para que los animales los puedan tomar sin problema. Por ejemplo, en cápsulas con sabor atractivo para ellos, a carne o similares. O en polvo sin sabor para disolverlo en la comida.