La asistencia a funerales y velatorios es un trance por el que todos debemos pasar en varias ocasiones a lo largo de la vida. Cuando los familiares y amigos se marchan definitivamente, es un deseo lógico mostrarles el máximo respeto durante el último adiós. Sin embargo, las normas de etiqueta y comportamiento en la Funeraria Zamora Capital y otros establecimientos son desconocidas para una parte de la población.
Un interrogante habitual es la conveniencia de asistir a velatorios y funerales sin ser un familiar ni un amigo íntimo. Los compañeros de trabajo y otras figuras próximas al fenecido son libres de acudir al funeral y expresar así su sentimiento por la pérdida de la persona; por el contrario, el velatorio está reservado a un círculo más cerrado de personas vinculadas al finado, generalmente.
Salvo que se conozca personalmente a los amigos y familiares del fallecido, el pésame debe acompañarse de una breve presentación con el nombre y apellido de la persona, para aclarar qué tipo de vínculo nos unía con esa persona. Además, debe considerarse que dar el pésame en persona puede ser inapropiado si carecemos de un grado elevado de amistado o parentesco con el finado. En determinados casos, una esquela resulta más apropiado.
Al margen de lo anterior, la solemnidad y el tono formal y respetuoso serán la tónica de nuestro comportamiento en funerales y velatorios. Sucede que, en estos eventos sociales, se tropieza con personas conocidas, amigos de la infancia incluso, coincidencia que no debe propiciar las actitudes bromistas o festivas, por más que se incurra en ellas sin mala intención. Los asistentes pueden dialogar, pero la charlatanería es inapropiada. No
Por su parte, en la vestimenta debe hacerse alarde de sobriedad, evitando las prendas y accesorios que puedan resultar inapropiados. Lo más apropiado es vestir con tonos oscuros, próximos al negro, pues este color simboliza el luto.