Despido improcedente 

Son cosas que no se olvidan. Un despido nunca es agradable y menos cuando no te lo esperas. Pero la realidad empresarial trasciende la realidad de sus trabajadores. Y las razones por las que se despide a un empleado a menudo no tiene nada que ver con su trabajo, simplemente, sobra personal y te toca a ti, como le puede tocar a otro. La cuestión es tratar de mantener la cabeza fría cuando recibes la noticia. Porque, ¿y si se trata de un despido improcedente?

La empresa nunca te dirá que lo es, por supuesto, para ellos siempre “procederá”, pero la ley puede decir otra cosa. Y es ahí donde deben entrar los profesionales. Yo no tuve ninguna duda al buscar abogado laboralista en vigo minutos después de recibir la noticia. Era una situación muy extraña que, a los pocos meses de haber firmado un contrato fijo, me fuera a la calle. No tenía razón de ser y siempre pensé que algo se me había escapado en toda aquella situación.

De cualquier manera, mientras elaboraba mi propia teoría de la conspiración, me dije que tenía que confiar la parte burocrática del asunto en un profesional. Ni lo dudes un momento, si tienes la certeza de que las cosas no se han hecho legalmente, busca un buen abogado especialista en esta clase de casos. La mayoría de las veces, un trabajador no está al tanto de las leyes en estos ámbitos y no suele ser el mejor momento para estudiar derecho.

Por supuesto que, si decides reclamar el despido, puede que no tengas razón, incluso aunque moralmente la tengas, esto no va de moral, sino de leyes, que a menudo son cosas diferentes que juegan con conceptos incluso opuestos. Pero si ganas una reclamación por despido improcedente, como me pasó a mí cuando acudí a aquel abogado laboralista en Vigo, se te habrá dado la razón. Incluso puede que hasta te tengan que readmitir, cosa que, pasado un tiempo, probablemente ya sea lo de menos, porque quizás ya ni te interesa. Pero la “victoria” ha sido tuya.