4 normas básicas de higiene para tu perro

Es importante cumplir unas normas básicas de higiene para tu perro para que este esté sano y tu hogar se mantenga limpio y sin malos olores durante más tiempo. Te contamos cuáles pueden ser las más importantes.

  1. El perro se debe de bañar solo con la frecuencia recomendada por el veterinario en función de su raza y sus características. Pero esto no quiere decir que no haya que limpiarlo de otras maneras. Puedes lavar los dientes de tu perro si lo acostumbras a ello desde cachorro, evitando así la formación de sarro. Además, debes de limpiar con frecuencia sus orejas y, cada vez que salga a la calle, lavar sus patitas. Recuerda que él no lleva zapatos y no puede quitárselos en la puerta, pero sí puede traer restos de toda la suciedad de la calle.
  2. Protege a tu perro de la lluvia. Muchos se ríen cuando ven a un perro con un chubasquero, pero lo cierto es que no se les pone porque no les guste mojarse, sino porque pocas cosas hay más desagradables que el olor de un perro mojado. Además, el perro llegará a casa y se frotará con cortinas, sofás, camas… dejando ese olor. Con el chubasquero evitaremos muchos baños que se acaban produciendo para quitar el mal olor producido por las mojaduras en los paseos. Además, al llegar a casa se deben de lavar las patas, como se ha dicho, y secar los posibles restos de agua con una toalla hasta que el perro esté perfectamente limpio.
  3. Lava su cama con frecuencia. Es algo que solemos olvidar hacer y en la cama del perro se acumulan todo tipo de olores. Lo mejor es tener varias mantas de gran tamaño que puedan doblarse y cubrir por completo la cama para lavarlas todas las semanas y cambiarlas. Así, la cama solo habrá que meterla en la lavadora o desenfundarla de vez en cuando.
  4. Lava sus juguetes. Otros grandes olvidados, pero el perro los lleva a la boca y los arrastra por el suelo.  A veces, incluso en la calle. Lavar los juguetes con mucha frecuencia evitará infecciones y también malos olores en la casa. Escoge juguetes que sean fáciles de limpiar. Los de plástico solo hay que remojarlos con agua y un desinfectante normal y limpiarlos con una esponja aclarándolos bien. Los de trapo y tela, irán directamente a la lavadora.