4 apuntes históricos sobre las Cíes

-Las Cíes en la prehistoria. Durante el paleolítico estas islas ya eran un lugar de paso para la gente y, tal vez, se asentó algún grupo en ellas a juzgar por los “concheiros” encontrados. Los “concheiros” eran acumulaciones de conchas vacías y otros restos de animales marinos previamente consumidos. Para los griegos, las Cíes formaban parte de las Kassitérides, unas islas a las que acudían a buscar estaño. Curiosamente, no hay estaño en las Cíes por lo que se cree que podrían ser lugares de intercambio comercial. También se han encontrado restos cerámicos idénticos a los encontrados en los pueblos de la costa cercanos, lo que refuerza la idea de que fueran un punto de comercio.

-Las Islas Cíes en la época romana recibieron el nombre de «Islas de los Dioses» y en ellas han quedado restos de los primeros poblados de tipo castreño. No sabemos por qué, en algún momento de esta etapa las islas quedaron sin habitar y no hay ningún comentario sobre ellas en los libros. No será hasta el 899 cuando figuren como una donación del rey Alfonso III a la catedral de Santiago. Se instalarán entonces dos pequeños monasterios, el de San Esteban en la isla del medio y el de San Martín en la isla que lleva el mismo nombre. Estos monjes, cuyas órdenes cambian a lo largo del tiempo, trabajaban la tierra y tenían a su cargo a una población en régimen feudal.

– A finales de la Edad Media las Cíes se convierten en un lugar muy inseguro ya que fruto de los conflictos de la monarquía con otros países, se producen diferentes ataques siendo uno de los más famosos el de Sir Drake, que ataca Vigo y las islas Cíes. A lo largo de los siglos siguientes, se producirán más ataques y será algo habitual que los piratas usen las islas para atracar.

– Ya en los inicios del siglo XX las islas tienen un pequeño núcleo de población gracias a las dos fábricas de salazón con las que contaban. Pero a mediados del siglo cierran y las islas quedan despobladas poco a poco. Pero es precisamente en los sesenta cuando surge el interés de la gente por visitarlas y hacer excursiones a las mismas. En los años 70 estas ya eran muy frecuentes y surge la necesidad de proteger el medio. En 1980, se procede a la declaración de Parque Natural al archipiélago de las islas Cíes y en el 2002 este pasa a ser el Parque Nacional de las Islas Atlánticas de Galicia, ampliándose a otras islas.